BIENVENIDOS A LAS OPERAS DEL TEATRO COLON

Base de datos de todas las óperas representadas en el Teatro Colón de Buenos Aires desde 1908
(temporada oficial)

Ollantay
COMPOSITOR: Gaito, Constantino - CON LIBRETO DE: Mercante, Víctor
Drama lírico en 1 prólogo y 3 actos
Basado en un drama de autor desconocido, escrito en idioma quechua
Estreno, Teatro Colón, 23 de julio de 1926
País de origen: ARGENTINA. Datos de interés pueden encontrarse en el folleto de la Temporada Oficial de 1970, p. 38-
Personajes: Ollantay; Pachacutec; Cussi-Coillur; Salia; Huillacuma; Piki-Chaki; Mamai

Síntesis del argumento: Ambiente incaico, el yaraví se transforma en el portador del clima básico de la partitura. Información de: (http://www.musicaclasicaargentina.com/). Prólogo. La acción en Cuzco durante el siglo XV. La hermosa Munai, hija del inca Pachacutec, acaba de ser bautizada con el nombre de Cusi-Coyllur. La joven aparece en su aposento rodeada por las princesas que la acompañaron en la ceremonia. Las amigas rinden homenaje a la hija del sol y se retiran con Salla, su doncella y confidente. Cusi-Coyllur ama a Ollantay, joven guerrero, cuyas hazañas lo han popularizado. Ollantay cree que sus méritos bastan para que el Inca le conceda la mano de la ñusta, no obstante la ley que castiga con la muerte la unión de la hija de un rey con un plebeyo. Cusi-Coyllur espera ansiosa el mensaje de Ollantay. Pronto se hace presente Pikichaqui, el escudero de Ollantay, para entregarle unos ricos pendientes. La voz de Ollantay no tarda en hacerse oír bajo el portal. La recíproca declaración de afecto llena de felicidad a los jóvenes. Acto 1. En el silencio de la noche Inca y el amauta cambian impresiones sobre la próxima guerra contra los collas. Huillacuma, el Gran Sacerdote, que conoce el amor sacrílego de Ollantay, cree que la distancia puede apagar la pasión de los amantes e insinúa el nombre de Ollantay para el mando de los ejércitos. Luego aparecen las princesas, entre ellas Cusi-Coyllur y Salla, para cantar el himno a Quilla y beber en honor de la diosa protectora de los hogares. Coyllur no puede vencer la tristeza, ya que la atormenta el presentimiento de una tragedia inevitable. Llega Ollantay; Coyllur le confía el secreto que los condena y se exalta narrando el fin que les espera. El guerrero afirma que sus victorias le otorgarán la mano de la princesa. Convencidos, ambos sueñan con un palacio de oro, con un hogar tranquilo. Sobre la terraza reaparece Huillacuma, quien sigue con los ojos a Ollantay, que se aleja. Huillacuma evoca el pasado, escruta el futuro y lleno de angustia, profetiza el advenimiento de un nuevo imperio. Acto 2. El Cuzco está de fiesta. Sus habitantes van a celebrar el día del sol. Antes de que comience el Inti-Raimi, Huillacuma quiere dar el último consejo a Ollantay, su hijo adoptivo. Con palabras amables y persuasivas, señala el peligro de sus pretensiones amorosas. Estos argumentos no convencen al guerrero y la escena adquiere entonces contornos violentos. Amanece. La fiesta comienza: un himno fervoroso al sol brota de todos los labios y el júbilo estalla en cánticos y ceremonias. Pachacutec anuncia la guerra y Huillacuma predice la victoria. La multitud rompe en alabanzas y Ollantay ofrece su maza y sus soldados al Inca, quien lo designa jefe supremo del ejército. El guerrero pide entonces a Pachacutec la mano de su hija. La insólita actitud sorprende al Inca. Ollantay insiste y para decidirlo revela su unión con Cusi-Coyllur. Pachacutec, fiel a las leyes sagradas del Imperio, se enfurece y ordena que lo detengan. A tal afrenta se oponen los capitanes del guerrero. Ollantay huye. Acto 3. El drama tiene su fin en el templo de las Vírgenes del Sol y cárcel de Coyllur. Cinco años de reclusión han dejado huellas profundas en su espíritu. Mamai, la superiora, previendo un desenlace fatal, satisface el anhelo de la infeliz princesa de ver su hijo, a quien no conoce. Ollantay, lejos del Cuzco, perseguido y errabundo, no deja de pensar en Coyllur e intenta librarla de su prisión. Mamai aparece con el pequeño Imacsumac, a quien pone en brazos de su madre, pero ese instante de felicidad es muy fugaz. Ollantay llega donde está Coyllur para salvarla, pero Coyllur elige permanecer junto a su hijo. Pikichaqui anuncia la llegada de los guardias. El desenlace es inevitable. Combaten un instante y Ollantay es aplastado por un golpe de maza de Rumiñahui

Representada en el Teatro (en temporadas oficiales): 1926 - 1945 - 1978

Datos de temporadas para Ollantay